Ex futbolista, periodista, padre y runner, describir a Román Luna va más allá de una enfermedad e historia de superación, porque transformó un triunfo personal a uno colectivo. 

El deportista cordobés explicó en palabras simples que, la esclerosis múltiple es una afección crónica del sistema nervioso que afecta los mensajes entre el cerebro y el cuerpo, pero vivir el impacto físico no es tan sencillo como suena. En 2012, con 38 años, Román sintió que el brazo izquierdo se le dormía y las cosas se le caían de las manos, así fue diagnosticado con EM. 

Cambio de planes, frustración, depresión, dolor corporal, fueron algunas de las cosas que sufrió nuestro protagonista, quien encontró en el running una forma de “celebrar la vida” y decidió compartirlo. Así, luego de levantarse y empezar a correr en dirección a su nueva filosofía de vida, creó la fundación “Un gran día” con el objetivo de inspirar a pacientes con esclerosis múltiple y otras patologías. 

“Las patologías se despiertan cuando uno está débil emocionalmente, a mí parecer, mi gran mochila fue no ser jugador de fútbol, me pude reivindicar a través del running.” Compartió nuestro protagonista desde su vivencia. 

“La depresión es muy heavy, porque uno arrasa con todo”, en ese sentido Luna describe a su familia como “un pilar fundamental” en su historia de superación y día a día en su vida “tengo el apoyo incondicional de ellos”. 

 


Como padre, Román propone salir de la crianza deportiva estructural de fútbol y voley en los niños y apostar al running. Además del fácil acceso y escasas lesiones en dicha actividad, destaca la camaradería como uno de los valores principales entre los corredores (e importante para implementar en la vida). 

Si bien la pandemia no interfirió con su hábito de cuidar su salud cuidadosamente, los meses de máxima cuarentena fueron un obstáculo en el entrenamiento, el cual es el principal aliado para luchar contra los síntomas de esclerosis múltiple, como así en las patologías de motricidad en general. Aún así, Luna compartió que rápidamente buscó una solución a ella y “hasta corrió por el estacionamiento de su edificio”. 

“Aunque no lo creas, hasta personas en silla de ruedas me escriben a diario” 

“En lo que uno se tiene que enfocar, más allá de ciertas situaciones, es que estás vivo. Uno siempre se mira a uno y se olvida del otro. La solidaridad está ante todo, lo inculco en mi familia, en mí mismo, y después en “Un gran día”. Todos fuimos aprendiendo de esta pandemia, a mí sólo me tocó correr en mi casa” Reconoció Rubén, comparando la situación de Argentina con Europa, y agradeciendo el poder disfrutar y correr con su hija Valentina en diciembre, antes de la llegada de las nuevas cepas. 

Aunque comúnmente se asocia al running como un deporte individual, para Román Luna es más que eso, ya que ante la mínima energía de motivación él decide compartirla para que más personas crean en que puede ser un gran día, convirtiéndose en la inspiración deportiva materializada en un hombre para muchos. 

 

 

 

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